martes, 28 de diciembre de 2010

Bulimia informativa

Más de un trimestre sin escribir nada. ¿El motivo? Necesitaba hacer una cura de reposo informativa y, hasta que he tenido un período vacacional, esto no ha sido posible. ¿La razón? Saturación informativa; la ingesta de información ha sido tan grande y tan desinformativa para mí que he preferido hacer una sanación dado que cuanta más información leía (oía, veía, etc.) más ansiaba tener. Ésto ha provocado una necesidad de regurgitar lo que estaba todavía sin digerir para afrontar una nueva andanada informativa. El resultado ha sido el equivalente cerebral al peor dolor de estómago que se pueda soportar y me llevó a tomar la decisión durante el período vacacional que estoy disfrutando de digerir más despacio y seleccionar más las fuentes de información.

¿La amalgama resultante? Sigo, como el común de los mortales, sin entender nada de lo que acontece hoy día en el panorama político. Me he despertado hoy con la noticia de una subida del recibo de la luz para el año que estamos a punto de estrenar de más de un 9%. Ya está que todo en esta vida se puede relativizar, y que todos podemos utilizar las cifras para argumentar una posición para, a continuación, argumentar lo contrario. Lo cierto es que, como economista, no puedo echar la primera piedra sobre esta situación pero lo que sí pido es que las cifras en política tengan el tope de la integridad de los ideales de cada partido.

¿Por qué digo esto? básicamente porque me duele que un partido "obrero" haya hecho la batería de recortes más abultados de este siglo (aprovecharemos que el siglo comenzó hace una década). Yo, que soy muy dado a las expresiones costumbristas, he de citar una muy mallorquina que se da cuando alguien muestra sus carencias de forma tajante. En la isla decimos "és que no en sap més" (es que no sabe más). De nuestro presidente podríamos decir lo mismo.

¿A dónde nos lleva el escrito? A que, cuando el año pasado ya se vio que el proceso de salir del pozo sería lento y doloroso, ya se entreveía que la ley del péndulo actuaría y pasaríamos de una época de inversiones con tasas de retorno negativas (esos maravillosos carriles bici tardarán mucho a dar fruto) a una época en que se tendrían que sacrificar inversiones productivas por falta de financiación. Lo que no se esperaba un servidor es que éste movimiento lo hiciera el partido "obrero" en lugar de entonar un "no en sé més" (no sé más) y dejara las manos libres a un sucesor validado en unas primarias aceleradas.

Lo que hizo (por inacción) nuestro presidente pasará factura a la generación actual durante muchos años, muchos más que los dos que van a retrasar nuestra edad de jubilación; pero lo más grave es, una vez metidos en el hoyo, las acciones que está tomando y que pasarán factura a su propio partido político y, créanme, con esto perdemos todos dado que unos partidos fuertes e íntegros es lo que necesita nuestro país para generar el debate de ideas que se requiere hoy día.